Un “proyectil marino” que nos visita los inviernos
Si vives en un municipio costero y sueles pasear cerca de la playa, probablemente en los meses de invierno habrá llamado tu atención una gran ave blanca que se sumerge en el mar, realizando espectaculares “picados” para capturar peces y cefalópodos. Este consumado arponero es el alcatraz atlántico (Morus basanus) y durante la ejecución de esta impactante técnica de pesca alcanza los 100 kilómetros por hora de velocidad. Se ayuda de su excelente visión que le permite detectar en vuelo las presas bajo el agua. Sus ojos también están adatados para el buceo por lo que también puede ver bajo el agua, una vez sumergido alcanzando una profundidad de hasta 15 metros.
Ave de gran envergadura y aspecto inconfundible
Su gran envergadura, su forma de pescar zambulléndose, y su característica silueta, con las alas largas y estrechas y el pico grande y robusto, permiten diferenciarlo con facilidad de las restantes aves costeras de nuestro litoral. Únicamente podrían confundirse los ejemplares jóvenes alcatraz con pardelas cenicientas, especialmente en días de fuertes temporales y baja visibilidad, cuando los alcatraces vuelan pegados al agua. Sin embargo, el alcatraz tiene las alas rectas mientras que las pardelas las presentan curvadas. Además, estas últimas realizan un vuelo ondulante a ras del agua que ayuda a distinguir ambas especies.
El plumaje del alcatraz va cambiando con la edad, siendo los jóvenes de primer año grises-pardos y los adultos completamente blanco, con los extremos de las alas negras. El plumaje juvenil se va aclarando en las sucesivas mudas necesitando más de cuatro años para alcanza el típico plumaje de adulto.
Es una de las aves marinas que más se aproxima a la costa por lo que podremos disfrutarlas con prismáticos o incluso a simple vista. Si observamos un ejemplar adulto suficientemente cerca o podemos distinguir r el tono amarillo crema de la cabeza, el pico gris con rayas negras y un anillo ocular celeste
Cuándo verlo
No se reproduce en nuestro país. Sus colonias de cría en Europa se sitúan desde la Costa de Bretaña en Francia hasta Noruega. Utiliza para criar acantilados marinos e islotes costeros , destacando sus colonias de cría en las Islas Británicas.
Es una especie muy común en todo el litoral malagueño, tanto en migración como en invernada. Desde el mes de septiembre podemos ver los primeros alcatraces en nuestra costa y los más rezagados permanecen con nosotros hasta el mes de abril cuando retornan a sus territorios norteños a criar. Algunos individuos no reproductores ejemplares permanecen en el mediterráneo durante el verano, por lo que podríamos ver ejemplares inmaduros todo el año.
Otras aves marinas y costeras de nuestro litoral
Otras aves de interés que pueden verse durante el invierno en nuestro litoral son Pardela cenicienta (Calonectris diomedea), Pardela balear (Puffinus mauritanicus), Cormorán grande (Phalacrocorax carbo), Negrón común (Melanitta nigra), Págalo grande (Catharacta skua) o Alca común(Alca torda).
Jacinto Segura Moreno
- Te recomendamos -