Hay manjares simples que fascinan a los comensales más prestigiosos. Esto es lo que sucede con el postre favorito de Felipe VI, un manjar muy simple y que tiene raíces gaditanas, el tocino de cielo.
La reina Letizia es una gran admiradora de la comida saludable, una mentalidad que ha sido transmitida a su marido y sus hijas, pero que algunas veces se realizan excepciones. Pequeños momentos gastronómicos de placer, en los que se aprovecha el monarca español para deleitar a sus papilas gustativas.
Y es que, entre los establecimientos donde disfrutar de este gran manjar, destaca (por lo menos para el monarca) la bodega La Mazaroca, donde se ha podido ver su gran pasión por este plato único y especial.
Esta golosa receta tiene como origen el siglo XIV, más concretamente del año 1324. Sus precursoras fueron las monjas del Convento de Espíritu Santo, ubicado en Jerez de la Frontera.
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