El hacker de Twitter, Joseph O’Connor, también conocido como @PlugWalkJoe, se ha declarado culpable de diez cargos diferentes en su contra, incluyendo el acceso ilegal a los perfiles de Twitter de famosos como Obama y Bill Gates, y la extorsión a través de la publicación de fotos comprometidas de famosos en TikTok o Snapchat. O’Connor también se ha acusado de llevar a cabo campañas de acoso, vigilancia, intrusión en ordenadores y dispositivos oficiales, y conspiración para atentar contra los Estados Unidos.
Tras la detención de Joseph que ha sucedido en la localidad malagueña de Estepona, O’Connor se enfrenta a una pena de hasta 70 años de cárcel. Las autoridades han sido claras en su posición contra la ciberdelincuencia, y han manifestado que investigarán y llevarán ante la justicia a este tipo de delincuentes.
Si bien la delincuencia cibernética puede parecer tentadora, este caso es un claro ejemplo de que cualquier delito, incluso en línea, puede tener graves consecuencias. Los delitos en línea pueden afectar a muchas personas y causar importantes daños emocionales. Por lo tanto, es importante tener en cuenta que las acciones en línea también tienen consecuencias en el mundo real.
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